miércoles, enero 10, 2007

Ya hemos probado el iPhone

A estas alturas la red está repleta de fotografías del nuevo teléfono móvil de Apple, pero una cosa es verlo y otra manejarlo. Nuestro colaborador David Pogue estuvo en la presentación de San Francisco, ya ha probado el iPhone en compañía de Steve Jobs, y nos cuenta sus primeras impresiones.

por David Pogue

Ayer me entrevisté con Steve Jobs y con Phil Schiller, el director de marketing internacional de Apple. Pero básicamente me pasé toda la hora jugando con el iPhone. Éstas son algunas de las cosas que no se pueden saber hasta que tienes el iPhone en la mano y lo utilizas.

  • El tacto es sensacional. No es como un iPod, ni tampoco como un Treo, sino algo distinto. Es tan delgado, y los cantos redondeados de acero inoxidable son tan suaves, que uno disculpa su tamaño, mayor que el del Treo. Mientras se habla por él, es estupendo que la pantalla se apague para ahorrar batería, gracias al detector de proximidad.
  • El iPhone se maneja con la punta de los dedos. Aparte de los botones que aparecen en la pantalla táctil, los únicos botones físicos son los de subir/bajar el volumen, encender/apagar el timbre, encendido/reposo y la tecla de Inicio.

    Apple le ha dado muchísimas vueltas a la superficie de cristal, hasta encontrar una que no sea demasiado lisa ni demasiado rugosa, ni muestre demasiado las marcas de grasa y las huellas dactilares. Los dedos todavía dejan rastro, pero es relativamente sutil y se limpia con un golpe de manga.

  • Durante mi llamada de prueba, la única que pude hacer, el sonido se oía alto y claro. Naturalmente, eso puede variar en cada caso, dependiendo entre otras cosas de la cobertura del operador Cingular.
  • Es difícil teclear. Las teclas de letras no son más que dibujos en una pantalla de cristal, de modo que carecen de sensación táctil.

    El software es de gran ayuda. Uno puede permitirse hacer muchas faltas al escribir cada palabra, porque el software analiza cuáles podrían ser las teclas que pretendíamos pulsar y adivina la palabra que queríamos. Su propuesta aparece justo debajo de lo que hemos tecleado; si es correcto, lo aceptamos pulsando la barra espaciadora y continuamos. Yo escribí un par de mensajes de correo-e con montones de faltas y, gracias a esta función de autocorrección, obtuve un 100% de exactitud. (No obstante, en la prueba no utilicé nombres propios).

    En resumen: tal vez los más adictos al BlackBerry prefieran no cambiarlo todavía por el iPhone.

  • El teléfono no estará disponible hasta el mes de junio (hasta el cuarto trimestre del año en Europa), así que parte de su software todavía no está terminado. Mientras iba explorando los rincones más oscuros del teléfono, Steve Jobs me hizo notar un par de lugares en los que sólo había un gráfico de muestra para marcar la posición.
  • Tanto en la demostración realizada en el escenario como durante la hora que pasé manipulando el teléfono, la rapidez de navegación por la web fue correcta: no excelente, pero sí adecuada. Pero en ambos casos se utilizaba la conexión WiFi incorporada en el teléfono, y no la red EDGE de Cingular, conocida por su lentitud. No puedo evitar preguntarme si será muy lento conectarse a través de la red móvil. (No obstante, también en este caso hay que decir que el iPhone que utilicé era un prototipo, cuyo software experimentará muchas revisiones desde hoy hasta julio).
  • También probé la cámara. Es realmente magnífico poder encuadrar las fotos en la enorme pantalla de 3,5 pulgadas, tan grande que pocas cámaras tienen una igual. La velocidad de actualización me pareció bastante típica de una cámara de teléfono, pero Jobs me aseguró que cuando el teléfono esté terminado, será mucho mejor.
  • La experiencia de navegación por la web es increíble. En la pantalla del iPhone cabe toda la página web. Para ampliar cualquier zona, se pulsa dos veces sobre ella. También se puede hacer el gesto de separar dos dedos para "estirar" la imagen y ampliarla, o el de pellizcar con el índice y el pulgar sobre el cristal para volver a abrir el zoom. La manipulación es muy intuitiva, con una agradable animación, y práctica. Por ejemplo, la consulta de Google Maps para buscar la manera de llegar en coche a un destino es extraordinariamente más sencilla y potente que con cualquier otro equipo, gracias a esta tecnología de estiramiento de página web de goma.

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