Las compañías eléctricas siempre han mirado de reojo al negocio de las telecomunicaciones. Tanto Endesa como Fenosa e Iberdrola invirtieron en su día en operadores como Airtel, Auna, Euskaltel o Neo. Y es que su negocio es muy similar: gestionar una red y prestar servicios a través de ella.
Con la aparición del PLC (Internet a través de la línea eléctrica) también decidieron poner en marcha varias pruebas en Madrid, Barcelona y Zaragoza, finalmente frustradas. Ahora, con la aparición del wimax recuperan este interés. Esta tecnología permite crear redes de telecomunicaciones con inversiones reducidas y amplia cobertura.
La compañía eléctrica de Toronto está creando una infraestructura wimax en su ciudad de origen. Y la última en saltar al ruedo es la alemana New Energie, que quiere lanzar un servicio comercial en la región de Rhine-Westphalia, donde las primeras pruebas parecen haber sido muy exitosas. En España todavía no se ha conocido ninguna incursión de este tipo, aunque Iberdrola es propietario de Neo, que tiene una licencia de wimax.
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